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Continuando con nuestro post sobre construcción nativa y tradicional de México, vemos cómo los #PueblosyComunidades han gestado a lo largo del tiempo estilos arquitectónicos que son funcionales, contextualizados y apropiados para cada región en la que nuestra gente habita. Este legado de valores se traduce en prácticas arquitectónicas que bien pudieran ser percibidas como patrimonio intangible.
Si quisiéramos clasificar los valores arquitectónicos de nuestros pueblos sería conveniente comenzar con el origen de la construcción, el diseño en la mente, la idea, el concepto y cómo y para qué sirve en nuestro actual paradigma de sociedad postmoderna.
Para lograr la arquitectura en cada uno de los contextos es necesario el pensamiento sistémico, ser conscientes de nuestra pertenencia al mundo natural como parte de un todo que se divide y subdivide en sistemas. Esto, de forma empírica, refiere a la contemplación capaz de observar y comprender la complejidad del medio natural, su orografía, hidrología, meteorología, la dimensión social, económica y productiva, y los factores culturales que inhiben o catalizan la arquitectura hacia ciertos resultados.
Por otro lado, existen factores que tienen que ver con el imaginario, las cosmovivencias y cómo se desarrollan las habilidades para realizar ciertas cosas. Es por eso que la Arquitectura no puede sentirse, pensarse e imaginarse desde un lugar que no sea el propio. Son afirmaciones predicativas de cada situación y experiencia del presente-pasado-futuro, siendo ejemplo vivo de lo que se propone en los idearios más íntimos de cada comunidad e individuo.
Pero entonces, cabe preguntarse más sobre nuestra sociedad, sobre nuestra cultura, ¿de qué nos sirve comprender y conservar la arquitectura de nuestros ancestros, de nuestros pueblos y culturas madre?, ¿para qué quiero yo enterarme de la existencia de estos estilos adaptados a su entorno, creados de la materia de sus sueños y edificado con sus manos y tierra?
En última instancia, preguntarse de forma análoga ¿y nuestra arquitectura de dónde emerge, sobre que saberes y vivencias históricas se ha gestado y se sigue gestando?
Para no prolongar esto, terminaremos recordando que la arquitectura no es la casa, no es el edificio. Cómo se habló en la 5° #TertuliadeEgresadosdeArquitectura del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, la Arquitectura se encarga de la casa, del mueble, el jardín, el territorio, la ciudad, la colonia, el barrio, la visión, la idea, el concepto.
La Arquitectura es aquello que al igual que la música, se encuentra en lo que vuelve música a la música, arte a la pintura, belleza a la danza. No son los movimientos, la armonía o el objeto. La Arquitectura es lo que está atrás, es esa concepción que acompaña la naturaleza humana de ser en el mundo, de habitarlo.
Fotografias
Onnis Luque + Mariana Ordóñez
